Sin duda alguna, no es de extrañar que en la última edicion de Sitges esta cinta causara cierto furor y, por qué no decirlo, polémica. Es extraño que el cine español nos traiga productos de esta índole, tan brutales, violentos y salvajes, y más aún sabiendo cómo ha estado el patio últimamente con temas de censura y demás. El caso es que, sin esperar la gran cosa, aquí un servidor se sentó en la butaca para curiosear qué era lo que se le había ocurrido al cine patrio traernos del género. La sorpresa fue, además de muy agradable, altamente desesperante.
Con un inicio que te deja con la intriga (a pesar de que nunca llega a explicarse del todo en el resto del metraje, por no decir que nada tiene que ver), uno se hace la idea de que igual puede salir de la sala con una sensación agradable, y afortunadamente así es. Poco a poco la historia va entrando en materia, empieza tranquila con una familia normal y corriente, aunque un poco de la "high society" se muda a una pedazo de mansión que ríete tú del palacio de la Zarzuela. El caso es que, a los pobres, no les dejan ni disfrutar de la primera noche con tranquilidad, y unos encapuchados irrumpen en ella para... ¿robarles? En teoría sí, pero las cosas se tuercen por no saber mantener la cabeza serena en una situación como esa, y lo que se inició como un hurto acabó convirtiéndose en una horrible tortura, que hace sufrir tanto a la familia protagonista como al propio espectador. Sin duda, en más de una ocasión, te pones de los nervios, te tapas la cara, desvías la cabeza de la pantalla, durante gran parte del desarrollo del film uno está inquieto, no sabes cómo relajarte, pues la historia no te deja, solo puedes ponerte más y mas nervioso, y sufrir disfrutando de tal macabro espectáculo.
Geniales interpretaciones por parte del elenco protagonista, que si bien en algún momento pueden parecer algo exageradas, apenas se notan dichos fallos. Llegas a cogerle asco a alguno de los secuestradores-ladrones-hallanadores de morada, especialmente a uno en concreto. Sin duda alguna, esto es algo muy positivo, te crees los personajes, cosa que pocas veces suele pasar. La ambientación es acojonante, en esa casa que parece nunca terminar de lo inmensa que es. Sin duda los detalles técnicos están bien trabajados, a pesar de que en relación a los efectos especiales, se dejan ver ciertas cagadas a lo grande, especialmente en un momento maniquí que se nota a la legua.
En definitiva, una película sin duda recomendable si eres adicto a pasarlo mal, yo lo soy, y tengo que decir que hacía mucho tiempo que una cinta no me desesperaba tanto. Muy bien...!!