miércoles, 22 de febrero de 2012

De crucero por el infierno...

Regreso a mis aposentos bloggeros con una entrada en la que hablaré de uno de los videojuegos que ha revolucionado el mundo de la Nintendo 3DS y del survival horror de lo poco que llevamos de 2012. Y ya no es solo por ser la primera entrega de la saga para esta consola (no cuento el "Resident Evil: Mercenaries" porque no creo que sea de verdad un RE), sino que ha demás, según prometían los responsables del juego, supondría un regreso a su esencia de terror que tanto se había perdido en las últimas entregas. Y es que no hay que negar que desde que salió el "Resident Evil 4" allá por el 2005 para PS2 se pasó del survival horror a más un shooter en tercera persona. Sí, era distinto y ofrecía facilidades sobre todo a la hora de luchar con tus enemigos y demás, pero no era lo mismo, no te ponías nervioso cada vez que abrías una puerta porque no sabías lo que te iba a esperar, ni dejabas de jugar porque te aterraba la historia o los monstruos que salían en el juego.



Después de haberme pasado esta nueva entrega de la saga de Capcom, tengo que decir que sí, ha vuelto el horror aunque no tan intensamente como en los tres primeros juegos, pero ya mucho mejor que las últimas entregas (especialmente el RE5). La historia que se nos presenta en este juego nos traslada al Queen Zenobia, un buque en donde se esconde un nuevo virus, el T Abyss, arma biológica que transformaría a medio mundo en espantosos seres deformes sedientos de carne y muerte. ¿El culpable? Veltro, una asociación bioterrorista que está dispuesta a todo por acabar con la humanidad. Puede que en el fondo no sea nada nuevo, pero soy testigo de que en la trama se nos esconden sorpresas que hacen que valga la pena continuar y te enganchan a la historia de una forma alarmante. Este crucero de lujo es el escenario principal, pero encontramos localizaciones secundarias como la destruida ciudad de "Terragrigia" o unas nevadas montañas de Europa.


En cuanto a los personajes protagonistas, la verdad es que manejamos a una gran variedad, pero los principales son ya conocidos por todos los seguidores de la saga: Jill Valentine y Chris Redfield, amigos forever desde el principio y que ya se han visto en numerososo aprietos a los largo de los más de 10 juegos que han salido ya. Pero también encontramos nuevos personajes que en algunos casos hacen las delicias a los fans, como son Jessica Sherawat o Parker Luciani, ambos aagentes de la BSAA y que esconden más de un secreto que sorprenderán al jugador.


Hablemos ahora de los monstruos (imposible llamarlos zombies porque nada tienen de parecido). Son feos y dan mucha grima, y en algunos casos tocan bastante las pelotas, pero no son invencibles y en líneas generales es bastante sencillo librarse de ellos. Lo peor es cuando te vienen en grupo cual manada de lobos hambrientos deseando comerte hasta el dedo meñique del pie derecho; te ponen en más de un aprieto, ya no solo por la cantidad sino porque hay algunos que te atacan desde lejos y eso dificulta las cosas. Otro tema son los final bosses, especialmente el último de todos. Te puedes devanar los sesos y terminar de los nervios por no conseguir acabar con él, pero nada es imposible y una vez lo vences puedes sentirte satisfecho por haber terminado el juego.


Las armas están muy presentes también en la historia, y es que sin ellas a los 10 segundos de juegos te habría comido una especie de ballena gorda y sebosa. No hay especial variedad, más bien son las mismas de siempre (pistola, ametralladora, escopeta, rifle...), pero sí que hay novedad a la hora de mejorarlas y añadirles accesorios bastante curiosos. Se echan de menos utensilios como los sprays de ayuda o las hierbas rojas y amarillas, y es que en esta entrega para curar el daños de las bestias solo encuentras hierbas verdes. Ese es el contra, pero todo tiene su lado positivo y es esa especie de rastreador que te encuentra balas hasta en el culo del mundo y que te ayuda en la obtención de esos bellos vegetales curativos (no, no es marihuana, hablo de las hierbas verdes XD).


Los puzzles son una promesa incumplida. Los productores del juego prometieron que volvería a tener un protagonismo importante, y aunque sí que es verdad que alguno que otro hay por ahí, creo que escasean y son demasiado poco difíciles. La BSO es tan acojonante como en casi todas las entregas y te ayudan a meterte en la atmósfera oscura e inquietante propia del juego. En relación al 3D, sin duda la consola ayuda y el juego tiene una calidad técnica impresionante tanto en este aspecto como gráficamente hablando. Lo peor del juego es que se hace muy muy corto y te quedas con ganas de más.


En conclusión, una subida de nivel que ya todos los fans estábamos esperando y, aunque dista mucho de llegar a la calidad de los tres primeros, es un halo se esperanza y de luz que nos hace ver que no toda la escencia está perdida. Muy recomendable.