Hace unos días llegaba a nuestras pantallas el que es probablemente el primer estreno de peso de lo que llevamos de año. La tercera entrega de Capitán América prometía superar con creces a las anteriores tanto en acción como en madurez. Debo decir que no es una saga que me entusiasme especialmente (la primera me pareció apenas pasable y la segunda poco más), sin embargo tenía grandes expectativas puestas en ella. Pude disfrutarla el día del estreno y es, sin duda, una de las mejores películas de Marvel hasta la fecha.
La historia nos cuenta como tras los desastres que dejaron atrás los vengadores, numerosos gobiernos internacionales intentan instaurarles una especie de acuerdo que les exija responsabilidades y que intervengan solo cuando sea previamente solicitado. Así, el grupo se divide en dos bandos entre los que lo secundan y los que no, creando una lucha tanto fuera como dentro del grupo. El caso es que a medida que va avanzando, la película se vuelve cada vez más adrenalítica y va aumentando exponencialmente la tensión entre nuestros protagonistas. Escenas de acción desbordante una tras otra intercaladas con otras en las que se deja paso a conversaciones y subtramas de lo más interesantes y que muestran una madurez que pocos blockbusters tienen.
Técnicamente poco se le puede reprochar. Los más de 250 millones de presupuesto se notan y dejan unos efectos especiales envidiables que no permiten al espectador desviar la cabeza de la pantalla. Explosiones, destrucción y luchas dignas de alabar y que sin duda no defraudan a nadie (creo que esto es desde mi punto de vista lo que faltó en las dos primeras entregas, algo más de chicha). La BSO tampoco se queda atrás y ayuda sin duda a meterte en la película.
En definitiva, los amantes de los superhéroes disfrutarán de lo lindo con esta cinta, y los que no creo que al menos podrán ver algo de una calidad más que notable. Muy recomendable..!!